Un secuestro, también conocido como delito contra la
libertad, es un delito que consiste en privar de la libertad de forma ilícita a
una persona o grupo de personas, normalmente durante un tiempo determinado, con
el objetivo de obtener
un rescate o el cumplimiento de otras exigencias en
perjuicio del o los secuestrados o de terceros. Las personas que llevan a cabo
un secuestro se conocen como secuestradores o plagiadores (a veces también
denominados raqueteros).
Muchas veces la libertad es "vendida" a cambio de
otras situaciones. El secuestro da pauta a la comisión de otros delitos, como
sería el tráfico de menores y la trata de personas. En este contexto, la lucha
contra el secuestro parte del intercambio de información que se establece entre
las diferentes instancias policiales, en relación con las estructuras, redes de
comunicación y formas de operación de las organizaciones delictivas existentes,
así como de las que vayan surgiendo, coordinándose respecto a estas la
investigación llevada a cabo por distintas instituciones hasta determinar si
los indiciados o los detenidos pertenecen a la delincuencia organizada. El
secuestro también se presenta por envidia, tomando en la mayoría de los casos a
los niños como rehenes, esto se da generalmente por venganza.
Modus operando
Los secuestradores,
generalmente, y previo al secuestro de su víctima, siguen sus movimientos
cotidianos durante días anteriores al evento, con la finalidad de conocer sus
rutas de tránsito y horarios habituales para así lograr con mayor éxito su
empresa delictiva. El momento en que se lleva a cabo el rapto de la víctima es
en el 95,3% de las veces cuando se transita a bordo de su vehículo por algún
lugar despoblado o de poca confluencia de personas,[cita requerida] así como al
momento de salir de sus domicilios o al momento de llegar al mismo. Cuando se
trata de bandas organizadas para cometer este tipo de delitos, se organizan en
células, es decir, hay sujetos que se encargan de realizar las negociaciones
telefónicas con los familiares de la víctima para exigir el pago del rescate,
otros se encargan de proveer de alimentos y vigilar a la persona secuestrada
durante el tiempo que dura en cautiverio, así como que otros intervienen al
momento de someter a la víctima al momento de interceptarla y trasladarla al
lugar donde se mantendrá en cautiverio, lugar que en ocasiones es cambiado con
el fin de distraer la atención de las autoridades en caso de que se haya
denunciado el hecho.
Modalidades
de secuestro
Secuestro simple
El secuestro simple es el caso de arrebatar, sustraer
retener u ocultar a una persona, pero con fines o propósitos diferentes a la
exigencia de un rescate. Éste a su vez se clasifica en:
Rapto. Es el delito en el cual se sustrae o retiene a una
persona por medio de la fuerza, intimidación o fraude, con la intención de
menoscabar su integridad sexual.
Secuestro simple propiamente dicho. Cuando se trata de
ocultar a una persona con fines diferentes a la extorsión. Un ejemplo es el de
las muchachas que vienen de los pueblos buscando oportunidades de trabajo y que
se emplean como domésticas, y que al no conocer a nadie en las ciudades llegan
a caer en manos de gente sin conciencia que no sólo las explota en los horarios
de trabajo, sino que en ocasiones no les dan “permiso” de salir y las tienen
encerradas, dejándolas bajo llave, “por temor que éstas les roben algo”,
negándoles el derecho de usar su libertad como deseen.
Secuestro exprés
El secuestro exprés se puede definir como la retención de
una o más personas por un período corto de tiempo (horas o días), durante el
cual, los delincuentes exigen dinero a los familiares de las víctimas para su
liberación. Otra modalidad de extorsión que frecuentemente se confunde con
secuestro exprés es aquella en la que los delincuentes retienen a la víctima y
la someten a sacar su dinero de los cajeros electrónicos. También le roban el
vehículo y sus pertenencias de valor como las joyas y el teléfono celular y
luego la dejan abandonada en algún sitio.
Frecuentemente los autores del secuestro exprés son
individuos con antecedentes penales en la adolescencia. Probablemente robaron
vehículos o cometieron delitos menores. También se observan delincuentes
fármaco dependientes cometiendo este crimen. En algunos casos los autores son
personas conocidas por las víctimas, como meseros de un restaurante visitado
frecuentemente o el portero del edificio donde se habita. Es un delito que se
ejecuta sin estrategias previas. Dos o tres individuos salen a la calle en
busca de una víctima distraída que lleve puesta ropa y artículos de valor
(joyas, celular) o que se encuentre en un carro lujoso. Buscan a sus víctimas
en las gasolineras, estacionamientos de centros comerciales o personas saliendo
de un local, oficina o residencia, donde las encañonan con armas de corto
alcance y las presionan con amenazas fuertes. Posteriormente, trasladan a la
víctima de vehículo y comienzan a circular por la ciudad al tiempo que realizan
llamadas telefónicas a los familiares exigiéndoles el pago del rescate. Estos
delincuentes tratan de ejecutar el delito, cobrando el dinero, en el menor
tiempo posible, ya que no están preparados para mantener por mucho tiempo a la
víctima en cautiverio. Después de cometido el ilícito, la víctima presenta
características psicológicas somatizadas tales como angustia, irritabilidad,
malhumor, insomnio.
Auto-secuestro
En los últimos casos aparece la extorsión a los padres por
medio del auto secuestro, organizado por alguno de los hijo(as), amigo(as), y a
los que exigen a los padres cantidades para su propia satisfacción de
necesidades inmediatas (dinero para gastarlo en viajes, drogas, fiestas,
etcétera). Habla de verdadera descomposición social e individual, con carencia
de los mínimos valores. Este hecho delictivo va desde aquel que se autorroba,
transportistas, empresarios, hombres y mujeres, comerciantes, estudiantes,
parejas en conflicto y jóvenes que solicitan cantidades de dinero a sus padres
para buscar venganza o solventar gastos extras.
Secuestro de bienes
Este recae
enteramente sobre bienes materiales y debe diferenciarse del robo, por cuanto
su propietario se le exige cierta cantidad de dinero para su devolución.
Secuestro de aviones, esta modalidad delictiva del terrorismo aéreo expone al
peligro a un número mayor de personas. Su ejecución siempre ha estado bajo la
autoría de grupos extremista
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